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A veces, las personas no son lo que parecen

Made in Hong Kong

Made in Hong Kong Este fin de semana se ha celebrado el dia de "El Corte Inglés" (también conocido como Día del Padre) y muchas familias se han lanzado a la calle para celebrarlo, principalmente con una copiosa comida y/o algo de ocio audiovisual. En mi caso me he pasado por el Port Vell de Barcelona, donde estos días se encuentra instalada la carpa del Grand Chapiteau, hogar de las gestas de ese gran ejemplo de mestizaje (marca registrada por Forum de las Culturas 2004) llamado Cirque du Soleil. Es la cuarta vez que vienen a la ciudad condal, en esta ocasión para presentarnos Dralion, un espectáculo que huele a más de lo mismo aunque no por eso deja de sorprender. El montaje gira en torno a los cuatro elementos (tierra, aire, agua y fuego), y durante las poco más de 2 horas que dura nos ofrece toda una serie de números que haría las delicias de John Woo, en las que no faltan coreografías imposibles, piruetas mortales, acróbatas con cables en la espalda y montones de chinos, todo ello a un ritmo frenético y amenizado con una buena banda sonora. Eso sí, de circo tiene bien poco, almenos la idea romántica de circo que muchos conservan en mente. Presupuestos millonarios, merchandising, alojamiento en hoteles de cinco estrellas, lleno hasta los topes en todas las funciones... vaya, que le quitas la carpa y se queda en nada. Aún así, no es una mala opción para la tarde del sábado, siempre y cuando puedas costear sus abusivos precios. Si no te llega, el "Gran Circo Mundial" (que extrañamente, viene del orden de 3 a 4 veces al año) es probable que también te guste... pero ya sabes, no es lo mismo.

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